No fue fácil para ella ver que el mundo no era como lo soñó
Conocer el amargo sabor del s u f r i m i e n t o
Y aprendió a perdonar y a olvidar con el alma, se hizo
tan fuerte y tan grande; peleó a golpes con la vida y jamás se rindió
¡Qué mujer! ¿Cómo un hombre la puede perder?
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